lunes, 20 de julio de 2015

La caracterización de elementos lineales para la evaluación de la precisión posicional del patrimonio del agua de mapas antiguos



Una de las cuestiones que más han preocupado y preocupan hoy en día a geógrafos y cartógrafos de todo el mundo es conocer la precisión de la cartografía empleada (Skidmore and Turner, 1992). Existen diferentes métodos para poder evaluar la precisión de los mapas dependiendo de que entidad gráfica se esté empleando: puntos, líneas o polígonos.

En este caso se va a describir el método más ampliamente empleado en el cálculo de la precisión posicional de los elementos lineales presentes en un mapa antiguo. Como no podría ser de otra manera y al igual que ocurre con los puntos, el análisis se va a realizar usando dos tipos de líneas: las de los mapas a evaluar (cartografía antigua) y las denominadas líneas referencia. Estas líneas son homólogas a las primeras, pero provienen de alguna fuente de información más precisa.

La metodología más popular y extendida (Ureña et al, 2010) se basa en el modelo de la Banda Épsilon, descrito por Perkal en 1956 (Dunn et. al, 1990) y desarrollado por varios autores como Skidmore y Turner en 1992. Se trata de un modelo probabilístico en el que se crea una banda de anchura mínima (banda épsilon) alrededor de la línea de referencia que contiene todo el objeto de prueba o viceversa (Goodchild y Hunter, 1997). Éste método permite, trazando iterativamente diferentes anchuras sobre la línea de referencia (ver figura adjunta), calcular el porcentaje de la línea objeto de prueba que queda contenido dentro de estas bandas. De esta manera, se puede obtener una función de distribución probabilística en que la que se relacione la anchura de la banda épsilon con el porcentaje de la línea objeto de prueba que queda insertada dentro de la misma, tal y como puede apreciarse también en la figura .

Gracias a esta función, podrá compararse la calidad de diferentes cartografías antiguas a evaluar, ya que cuanto más ancha sea la banda épsilon que deja un gran porcentaje de la línea a evaluar dentro, menor será la precisión posicional de la línea y, por tanto, menor calidad del mapa que la contiene.

Este método se considera muy útil, pues no es muy complicado de elaborar con las herramientas de los Sistemas de Información Geográfica y, además, ofrece resultados que se pueden interpretar sin mucha dificultad de manera tanto gráfica como numérica.

  


Figura: Método de la banda épsilon y gráfico de distribución de la línea objeto de prueba con respecto a la  anchura de la banda épsilon


Bibliografía


 

Elaboración: Alberto Blanco/Fundación IMDEA-Agua